Ellos pueblan los numerosos cafés de terraza de Odessa, pasean en hordas a través de sus parques, y llenan los asientos de terciopelo de felpa de su ópera del siglo XIX. Un hombre extranjero, por lo general aunque no siempre más de 60 años y estadounidense, se sienta con una chica ucraniana, probablemente en sus veinte años y sorprendentemente atractivo. Habitualmente, se les une a otra joven, la traductora, que facilita el diálogo.
-Dice que le gusta un hombre fuerte que conozca su mente. "Dile que me encanta la idea de que dos culturas se unen en una relación". Dice que piensa que podrías ser su alma gemela.
Cientos de agencias de citas operan en Odessa, atrayendo al dólar extranjero a la despreocupada ciudad portuaria del Mar Negro con una sugerencia de la modelo joven nubile viviendo una vida tan empobrecida que ella estará lista para volar con el primer pensionista de piel holgazana que ofrece Ella una salida. Otras ciudades de Ucrania y otros países de Europa del Este y Asia también tienen industrias de novia bien desarrolladas, pero Odessa es un centro global para los hombres que buscan el amor.
Curiosa para saber si la "novia de pedido por correo" está viva y bien en el siglo 21, me uní a un "tour de romance" de 10 días organizado por Anastasia Date, una de las mayores agencias internacionales de citas internacionales. La compañía tenía 90 millones de dólares de ingresos el año pasado, principalmente a través de sus servicios de chat prodigiosamente caros, donde los hombres pagan hasta 1 libra por minuto para hablar con mujeres ubicadas en todo el mundo, o hasta 10 libras para enviarles un mensaje de correo electrónico. Como un subproducto, la compañía realiza viajes a lugares tan diversos como Colombia, Filipinas y Ucrania, para conocer a las mujeres que han conocido en línea.
Los 39 hombres presentes en nuestra reunión de inducción en el primer día han comprado la oportunidad de asistir a tres "sociales" - grandes eventos en clubes nocturnos donde estarán en compañía de cientos de jóvenes mujeres ucranianas aparentemente buscando por amor. A continuación, tienen una semana para ir a las citas con las mujeres que se encuentran en las reuniones sociales, reunirse con los que han conocido en línea anteriormente, y tal vez terminar su gira con una propuesta.
Con sus portapapeles y paquetes de información, los hombres escuchan atentamente el discurso de inducción en la sala de conferencias de nuestro hotel, dado por el líder del tour John Carlton, que habla en un discurso de Tennessee. La mayoría de las "damas" no hablan inglés, y por lo tanto los hombres necesitarán los servicios de los traductores de piel roja que también estarán presentes en lo social, nos dice. En medio del contingente de Estados Unidos, también hay dos británicos, unos pocos europeos y un saudí. Algunos de los estadounidenses llevan trajes afilados y hablan en voz alta sobre sus imperios de propiedad; Otros son de pequeñas ciudades en el medio oeste y han adquirido pasaportes especialmente para hacer el viaje. La mayoría de los hombres están divorciados y en sus cincuenta o sesenta años. El mayor es Giuseppe, un cirujano plástico italiano de 76 años, mientras que el más joven es Chris, de 29 años de edad, un cómico de pie de Nueva York. Con una personalidad extrovertida y un conjunto completo de dientes, me preguntaba qué estaba haciendo en la gira.
"Me di cuenta de algo antes que estos chicos", dice, mientras el grupo viaja a través de Odessa en un autobús lleno de testosterona para el primer evento social. "Las mujeres occidentales no son - como hago esto educadamente - orientada a la familia. Yo estaba con una chica que acaba de robarme $ 3,500 de mí y desapareció, cambió su número de teléfono. Hay un montón de egoísmo en las mujeres estadounidenses. No tienen valores. " Es una queja que escucharé de casi todos los hombres durante mi semana en Odessa. Divorciado y desencantado a los 29, Chris ha hecho el viaje a medio camino alrededor del mundo a Ucrania en busca de una extraña combinación de estos "valores familiares perdidos" - y el sexo. "Un amigo vino en uno de estos viajes y dijo que era como Disneylandia para cualquier persona con un pene", dice. "Quiero ir al Penis Disneyland!"
Llegamos a la discoteca y dejamos el cálido sol de primavera por su interior sucio. Chris lleva un esmoquin y sombrero de copa; Otros llevan trajes rígidos y lazos; Darren, de una pequeña ciudad en Dakota del Norte, lleva un chaleco. En el interior, docenas de mujeres esperan, disfrutando de una copa de champán y marcado con etiquetas blancas con su "número de identificación". Los hombres toman en una vista panorámica de estampado de leopardo, tacones de aguja y escote cuidadosamente pulpped. Algunos de ellos inician inmediatamente sus rutinas de chat-up; Otros parecen nerviosos. Para uno de ellos, descubro más tarde, no es sólo su primer viaje fuera de los EE.UU., sino también la primera vez que ha ido a una discoteca.
"Soy muy conservador, así que nunca voy a bares o clubes", dice Joe, de 47 años de edad, un agricultor de heno de Pennsylvania con una manera incómoda. Afable pero tímido, Joe tiene problemas para reunirse con mujeres en casa, y ha tenido poco contacto con las mujeres desde que su esposa murió de cáncer hace cinco años. "He probado sitios locales de citas, pero nadie quiere vivir en una granja", dice. "Le escribí a una señora y le dije que tenía buen cabello, pero ella ni siquiera respondió a decir gracias". Frente a tantas mujeres a elegir en el social, no tenía ni idea de por dónde empezar. "En la primera media hora, me limité a clamar. No estoy acostumbrado a ser extrovertido, o hablar con damas, así que no sabía qué hacer. "Otros lo encuentran más fácil: dentro de media hora, Mohammed de Arabia Saudita tiene sus brazos alrededor de dos mujeres y gruñe guturalmente" Nada Else Matters "de Metallica en un sistema de karaoke.
Los sociales generan decenas de fechas para la próxima semana, pero hay una queja recurrente entre los hombres. La mayoría han gastado entre 3.000 y 10.000 libras esterlinas conversando con las mujeres en línea antes de la gira, y estaban deseando reunirse en persona con estas mujeres con las que habían formado una conexión emocional. Pero cuando llegaron a Odessa, en la gran mayoría de los casos, las mujeres no se veían en ninguna parte. Algunos de ellos apagaron sus teléfonos, otros arreglaron fechas pero no llegaron. Muchos habían sido llamados en el último minuto para atender a un pariente enfermo. Los hombres estaban angustiados. Darren de Dakota del Norte tenía 10 mujeres alineadas con las que había estado charlando; Sólo conoció a un par de ellos en persona. Fue una historia similar con muchos de los otros.
Hubo mucha consternación por la escasez de mujeres ucranianas. Cuando las fechas se presentaron, muchos de los hombres estaban reportando noches extraordinariamente caras. Para comenzar, incluso cuando los hombres sospechan que sus fechas hablan un inglés perfecto, se ven obligados a tomar traductores, que requieren pago por hora. Todd de Delaware, un repartidor de pan que había trabajado siete turnos de noche por semana durante los últimos seis meses para poder pagar el viaje, ha sido llevado a un club de billar donde la factura llegó a 250 libras esterlinas. Chris ha sido tomado por una comida cara y piensa que vio el camarero dar su fecha una propina después de haber pagado la factura. Está empezando a preguntarse si las mujeres ucranianas podrían ser tan malas como sus homólogos estadounidenses. "Tienen vaginas, y las vaginas se encuentran", dice, desesperado.
Se hace evidente que la escena de citas en Odessa no es todo lo que parece. Los lugareños se ríen cuando les pregunto acerca de los extraños no-shows, y me dicen que con toda probabilidad, las mujeres que estos hombres pensaban que estaban enamorándose ni siquiera existen. Todo el mundo que hablo parece tener una hermana o un amigo que está involucrado en la escritura de cartas falsas y participar en chats en línea con los extranjeros. La gente se resiste a entrar en detalles, pero finalmente encuentro a Alina, que está de acuerdo en mostrarme cómo funciona. Nos encontramos en una cafetería en un barrio distante y destartalado de Odessa, lejos de los hermosos edificios y calles empedradas del centro. "Hace dos meses solicité un trabajo de traducción, pero resultó que lo que necesitaban era alguien que realmente escribiera mensajes falsos, lo desprecio, me hace sentir enfermo, pero no tengo otra fuente de ingresos", dice. Mostrarme cómo funciona la estafa parece ser su manera de aliviar su conciencia. Alina es una rubia de 25 años de edad, pero en el sitio de citas chatea como Inessa - una rubia, busty, 21 años de edad, rubia. Inessa realmente existe - requirió su pasaporte para ella para registrarse en el sitio web. Pero ella tiene un novio y no quiere nada que ver con eso, simplemente consiguió una sesión de fotos profesional gratuita para inscribirse; Las imágenes se utilizan ahora para atraer a los hombres occidentales en el sitio web.
Alina pasa horas cada semana en línea, fingiendo ser Inessa. Por cada minuto que charla, recibe £ 0.08. Ella me muestra una bandeja de entrada llena de cartas de amor a Inessa de americanos, australianos, británicos. Alina dice que muchos de sus amigos también tienen cuentas falsas en el sitio. La hermana de Alina tiene sus fotos reales en su perfil, pero no está interesada en encontrar a un hombre extranjero; Ella tiene un novio serio. En cambio, los chats son su principal fuente de ingresos. Si los hombres aparecen realmente en Odessa, la hermana de Alina los saca en una serie de "fechas" sexuales demasiado caras, recibiendo sobornos en cada lugar, y su marido actúa como su "taxista", tomando una tarifa enorme de la Hombre al final de cada día.
Le pregunto a un representante de Anastasia, que posee el sitio web de chat más grande y está realizando mi gira, sobre las cuentas falsas, e insistió en que la compañía tiene una "política de tolerancia cero" hacia las cuentas falsas y se involucra en cheques regulares. La compañía también señala una letanía de historias de éxito de las asociaciones occidentales-ucranianas que han terminado en felicidad matrimonial. Está claro que los hombres ocasionalmente encuentran esposas ucranianas, pero casi nadie en mi recorrido parece haber encontrado el amor. Los días de tejanos solitarios volando a Odessa, recogiendo a una novia, y volando con ella están desaparecidos hace tiempo, al parecer.
"Todo es posible, hay mujeres que realmente quieren conocer a un hombre y emigrar", dice un extranjero que vive en Odessa que está bien familiarizado con la industria de citas. "En las aldeas hay aún más de ellos, pero en Odessa hay muy pocos en estos días, especialmente aquellos que estarían dispuestos a casarse con un hombre de unos sesenta o setenta años, que aman a Odessa y pueden ganar dinero Estafar a estos idiotas ¿Por qué irían realmente con él y se mudarían a algún lugar aburrido en América rural?”
Armado con lo que he descubierto, veo los hombres Historias cada noche sobre las cervezas en el hotel en una luz diferente. Estoy particularmente preocupado por Stephen, un trabajador petrolero texano de 62 años que ha comprado un anillo y planea proponerle a su "novia" de pianista de 27 años, que tiene un parecido con Cameron Díaz. Él tomó su decisión después de una fecha, cuando él tomó su bolera y ella le dijo (vía el traductor) que ella pensó que ella podría ser su "soulmate".
La visión del mundo de Stephen y los valores de género son ajenos a mí, y ocasionalmente dice cosas sorprendentes. "Lo que realmente me gusta de ella es que sus dos padres están muertos", me cuenta una noche. -Por lo tanto, probablemente faltaría menos a casa. Pero a pesar de todo esto, me resulta difícil verlo en el bar todas las noches, haciendo planes para los fines de semana románticos, o una visita disfrazada al Festival del Renacimiento de Texas ("¡Es uno de los más grandes del país!") esposa.
"Ella dirá que sí a su propuesta, que le leche por dinero para 'lecciones de inglés' para los próximos seis meses, y luego desaparecen", predice Alina, cuando le cuente acerca de Stephen. Cuando se queja de las grandes sumas que está sacando todos los días por los honorarios de traductores, paseos en taxi y regalos de joyas de Swarovski, hago sugerencias suaves de que tal vez todo no es lo que parece. Sonrío débilmente cuando habla de planes para redecorar su casa antes de la llegada de su nueva esposa, y me pregunto si debo sentarlo y ponerlo a los derechos. Pero tiene la edad suficiente para resolver las cosas por sí mismo. Le dejo el día antes de su partida en el camino a un bar de karaoke, donde planea proponer.
En la penúltima noche de la gira, un grupo de los hombres sin fechas de presionar va a Palladium, una de las mejores discotecas de Odessa. Los bailarines go-go con sus espaldas a la pista de baile realizan movimientos empujadores con nalgas rojas y engrasadas, mientras los hombres miran con una mezcla de asombro y confusión. "No he estado en un lugar como este durante 30 años", dice Brian, un abogado británico desaliñado de cincuenta años, vestido para un martes en la oficina y echando un vistazo a la pulsante pista de baile. Él planea volver en una quincena, y podría proponer a su nueva "novia", una modelo rubia de 27 años de edad. -Tal vez sea un montón de mentiras, no lo sé, pero me quedaré unos cuantos centavos si es así, y tal vez vuelva con una joven y bella esposa, vale la pena jugar.
De hecho, a medida que el viaje se acaba, incluso aquellos hombres que fueron enviados a las profundidades de la desesperación por fechas que no se presentaron, los despojaron o los llevaron, planean viajes de regreso a Ucrania. Algunos ya han sido más de una vez; Uno de ellos está en su gira número 14. Para algunos de ellos, sólo la esperanza fugaz de la felicidad parece ser suficiente, mientras que otros se aferran a la convicción de que la próxima vez podría ser diferente. Me parece que los hombres tienen la lógica de los jugadores compulsivos después de un viaje sin éxito a un casino. Ellos han jugado, han perdido, y saben que las posibilidades de éxito son mínimas, pero siguen tirando dinero en ella en la vaga esperanza de que tal vez sea la persona para quien las cartas correctas subir.
El día después de la gira termina, recibo un correo electrónico de Chris. En la última noche decidió ir a una cita con una de las mujeres de la sociedad. Como ella no hablaba inglés, el traductor habitual, con la tarifa horaria estándar, también apareció. Estaba decidido a que ella y su traductor se embriagaran, y descubrir la verdad acerca de citas en Odessa. "Después de varias bebidas, mi cita aprendió milagrosamente un inglés casi fluido, y debatimos cómo las mujeres aquí se aprovechan financieramente de los hombres que vienen en estos tours", escribió. Ella le dijo que los hombres están efectivamente pagando para sentarse en un restaurante con una mujer hermosa. Si son lo suficientemente ingenuos como para pensar que hay un apego romántico, entonces ese es su problema.
"He llegado a la conclusión de que no hay víctimas en Odessa", escribe Chris. "Sólo dos contras opuestos, ambos tratando de sacar todo lo que pueden de uno al otro."
Algunos de los nombres de esta historia han sido cambiados
